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Haga oír su voz en Dublín

Mi Ofic­i­na de Dublín se con­ver­tirá en un cen­tro de infor­ma­ción y apren­diza­je donde se podrán cono­cer las mejores prác­ti­cas de toda Europa en cues­tiones que afectan fun­da­men­tal­mente a los habi­tantes de Dublín. Estable­ceré talleres e inter­cam­bios de infor­ma­ción y com­pe­ten­cias. Por primera vez, Dublín verá a escala comu­ni­taria lo mejor que Europa puede ofre­cer”.

Una voz para Dublín

Haga clic en el enlace de sólo tex­to para obten­er una ver­sión de sólo tex­to de las políti­cas de Bren­dan sobre la Unión Euro­pea, Vivien­da, Dere­chos de los Tra­ba­jadores, Migración y Sanidad. SÓLO TEXTO

Políticas

Los eurodiputa­dos irlan­deses nun­ca han traí­do lo mejor de Europa a Dublín. Han sido pasivos y com­plac­i­entes. La Unión Euro­pea tiene muchos defec­tos, entre ellos un déficit democráti­co en sus estruc­turas. Pero no todo es malo y los dubli­ne­ses se están per­di­en­do lo mejor de Europa

  • ¿Por qué el cuida­do de los niños cues­ta en Ale­ma­nia una frac­ción de lo que cues­ta en Dublín, donde es el may­or imped­i­men­to para que las mujeres tra­ba­jen?
  • ¿Cómo puede Sue­cia ten­er un sis­tema educa­ti­vo que sea real­mente “inte­gral” des­de las edades más tem­pranas y que incluya tam­bién la “aten­ción extraesco­lar”?
  • ¿Cómo puede Fin­lan­dia erradicar prác­ti­ca­mente la fal­ta de vivien­da?
  • ¿No nos ven­dría bien al menos debatir y cono­cer el sis­tema por­tugués de tratamien­to de la dro­gode­pen­den­cia?
  • A los irlan­deses nun­ca se les ha mostra­do el val­or comu­ni­tario transac­cional y el poten­cial real de la Unión Euro­pea. Como su eurodiputa­do inde­pen­di­ente de Dublín haré algo que nun­ca se ha hecho antes.

    PLEDGE ‘Mi Ofic­i­na de Dublín se con­ver­tirá en un cen­tro de infor­ma­ción y apren­diza­je en el que se podrán cono­cer las mejores prác­ti­cas de toda Europa en cues­tiones que afectan fun­da­men­tal­mente a los habi­tantes de Dublín. Estable­ceré talleres e inter­cam­bios de infor­ma­ción y com­pe­ten­cias. Por primera vez, Dublín verá a niv­el comu­ni­tario lo mejor que puede ofre­cer Europa.

    Nun­ca he oído pre­gun­tar a ningún eurodiputa­do irlandés:

    cómo fun­ciona el planteamien­to bel­ga de las dis­posi­ciones de salud públi­ca”, o

    ¿Cómo con­siguen los ale­manes man­ten­er tan bajos los costes de las guarderías?

    cómo hacen las coop­er­a­ti­vas de vivien­das de ciu­dades como Berlín y Amberes para ofre­cer vivien­das ase­quibles”.

    Como su eurodiputa­do inde­pen­di­ente de Dublín, le hago estas pre­gun­tas y le trai­go las respues­tas, y a la gente.

    No soy pasi­vo. Quiero cam­biar las cosas. Eso es lo que soy y lo que siem­pre he inten­ta­do hac­er en mi tra­ba­jo y en mi vida. Quiero ser su eurodiputa­do porque quiero ayu­dar a infor­mar a los ciu­dadanos de Dublín de cómo se les ha “gasi­fi­ca­do” para que acepten que la for­ma actu­al de hac­er las cosas, la de Fian­na Fail y Fine Gael, es la úni­ca.

    No lo es, ¡y es un fra­ca­so! Ten­emos que abrir nues­tras mentes y nue­stros ojos a lo mejor de Europa.

    La Unión Euro­pea está reple­ta de país­es tan com­pro­meti­dos con el mod­e­lo cap­i­tal­ista como lo ha esta­do siem­pre Irlan­da y, sin embar­go, puede :

    -sanidad uni­ver­sal

    - guarderías baratas,

    - Sem­anas lab­o­rales de 4 días

    - 10 sem­anas de vaca­ciones para los tra­ba­jadores

    - enseñan­za uni­ver­si­taria real­mente gra­tui­ta

    - un “dere­cho a la vivien­da” con­sagra­do

    - pre­cios com­pet­i­tivos de seguros de coche, y mucho más.

    ¿No nece­si­tan estas cosas los habi­tantes de Dublín? ¿No nos mere­ce­mos estas cosas?

    Además de hablar en voz alta en favor de Dublín, de situ­ar a Dublín en el corazón de Europa, lle­varé a su comu­nidad todo lo que nece­si­ta saber sobre lo mejor de Europa en todas estas cues­tiones y más.

    Ofrez­co una for­ma difer­ente de ver la Unión Euro­pea, un enfoque com­ple­ta­mente nue­vo. Como eurodiputa­do inde­pen­di­ente, apor­taré el 100% de mi con­tribu­ción y una nue­va y fres­ca for­ma de ver Europa, de eval­u­ar cómo resolver los prob­le­mas de Dublín.

    SITUAR A DUBLÍN EN EL CORAZÓN DE LA EUROPA — HACER OÍR LA VOZ DE DUBLÍN

    Nues­tra emer­gen­cia habita­cional es con­se­cuen­cia direc­ta de la políti­ca del Gob­ier­no. No es un acci­dente ni un “acto de Dios”. Es el resul­ta­do direc­to y úni­co posi­ble de una clara elec­ción del Gob­ier­no: la de no con­stru­ir vivien­das de pro­tec­ción ofi­cial.

    La géne­sis de esta elec­ción es la ide­ología thatch­erista, que se remon­ta a prin­ci­p­ios de la déca­da de 1980, de tratar la necesi­dad humana bási­ca y el dere­cho a un techo sobre nues­tras cabezas como una mer­cancía con fines lucra­tivos, inclu­so como un lujo, sin ten­er en cuen­ta las con­se­cuen­cias humanas. Todos los par­tidos que han gob­er­na­do des­de entonces se han suma­do a esta ide­ología has­ta tal pun­to que las autori­dades locales se han vis­to pri­vadas de su capaci­dad de con­struc­ción de vivien­das y de los conocimien­tos y recur­sos nece­sar­ios para pro­ducir y man­ten­er autén­ti­cas vivien­das sociales. En lugar de ello, han aban­don­a­do por com­ple­to este bien públi­co a un avaro sec­tor pri­va­do “con áni­mo de lucro” que carece por com­ple­to de toda pre­ocu­pación por el bien común o las necesi­dades sociales.

    Décadas de esta ide­ología de extrema derecha han dado como resul­ta­do que sólo quede un minús­cu­lo par­que de vivien­das públi­cas. Mien­tras tan­to, aho­ra hay gen­era­ciones de jóvenes cuyas expec­ta­ti­vas de ten­er su propia casa se ha con­ver­tido en no más que una quimera que tienen a los 20, 30 e inclu­so 40 años mien­tras viv­en vidas extrañas depen­di­en­do de los padres u otros famil­iares cuan­do deberían lle­var vidas inde­pen­di­entes. Hay muchas otras con­se­cuen­cias extrañas e inhu­manas de esta ide­ología:

    • Pare­jas sep­a­radas y divor­ci­adas oblig­adas a cohab­itar
    • Couch­surf­ing” y la cul­tura de la depen­den­cia for­zosa del hog­ar
    • La gente se ve oblig­a­da a vivir horas de su tra­ba­jo con graves con­se­cuen­cias para la salud y el medio ambi­ente
    • Nive­les escan­dalosos de per­sonas sin hog­ar, inclu­i­dos niños, que arru­inan vidas e impo­nen condi­ciones de vida inhu­manas incom­pat­i­bles con una sociedad civ­i­liza­da.

    Irlan­da nece­si­ta un pro­gra­ma masi­vo de con­struc­ción de vivien­das públi­cas que supon­ga una com­pe­ten­cia para el avari­cioso sec­tor pri­va­do del sum­in­istro de vivien­das. Esto ten­drá el doble efec­to nece­sario de aumen­tar la ofer­ta y abaratar los costes, ali­vian­do así la emer­gen­cia inmo­bil­iaria. A niv­el cen­tral, y a través de las autori­dades locales, este pro­gra­ma de pro­visión de casas públi­cas vería el cuida­do de nues­tra gente y la recreación de comu­nidades fun­cionales vibrantes colo­cadas por enci­ma del mod­e­lo de vivien­da fal­li­do de hoy, que se basa úni­ca­mente en el ben­efi­cio y la ide­ología thatch­eri­ana.

    En toda Europa se pueden con­seguir, y a menudo se con­siguen, bue­nas políti­cas de salud públi­ca, con ejem­p­los como el de Viena en par­tic­u­lar, que demues­tran ser un mod­e­lo al que podemos aspi­rar. Ten­emos que elim­i­nar la ide­ología divi­so­ria de la vivien­da y con­stru­ir vivien­das públi­cas ya. Nada más es capaz de hac­er frente a la emer­gen­cia.

    Muchos tra­ba­jadores y famil­ias con­sid­er­an que sus salarios no están a la altura del coste de la vida, la inflación, los pre­cios de los alquil­eres y la propiedad y la espi­ral de los costes de la energía y el trans­porte. En cuan­to a los dere­chos de los tra­ba­jadores, Irlan­da es un país atrasa­do en com­para­ción con otros país­es de la UE como Ale­ma­nia, Fran­cia, Bél­gi­ca, País­es Bajos y España. Inclu­so algunos esta­dos de Esta­dos Unidos per­miten el tipo de dere­chos de nego­ciación colec­ti­va que se nie­ga a muchos tra­ba­jadores irlan­deses. La Gran Bre­taña tory establece allí dere­chos de nego­ciación colec­ti­va en todo el sec­tor pri­va­do.

    Pero no en Irlan­da.

    Cuan­do los tra­ba­jadores pueden unirse legal­mente en toda Europa, e inclu­so en el sec­tor públi­co aquí, pueden pro­te­ger con may­or efi­ca­cia sus ingre­sos y medios de sub­sis­ten­cia. Pero estos dere­chos bási­cos se nie­gan de for­ma extraña a muchos tra­ba­jadores aquí. Esto se tra­duce en tra­ba­jo pre­cario, bajos salarios, “pobreza en el tra­ba­jo” y graves abu­sos y sufrim­ien­tos en todo el mer­ca­do lab­o­ral.

    Hace poco vis­ité y recor­rí el Par­la­men­to Europeo. Entre todos los temas que abor­da el Par­la­men­to y que se desta­can en la gira, en ningu­na parte se men­cio­nan los dere­chos de los tra­ba­jadores. Entre todas las pro­fe­siones de los eurodiputa­dos enu­mer­adas, no desta­ca ningún sindi­cal­ista como par­la­men­tario. No creo que ningún eurodiputa­do irlandés haya abor­da­do los pési­mos dere­chos de los tra­ba­jadores irlan­deses según las nor­mas de la UE en los cin­co años de leg­is­latu­ra ante­ri­ores. Esto es un error y debe abor­darse urgen­te­mente.

    Y, sin embar­go, la Unión Euro­pea inten­ta aumen­tar el papel de la nego­ciación colec­ti­va en todo el con­ti­nente. Irlan­da se resiste. Como eurodiputa­do por Dublín, seré un orgul­loso rep­re­sen­tante de los tra­ba­jadores irlan­deses y destacaré sus “dere­chos ausentes” ante el Par­la­men­to Europeo y, al mis­mo tiem­po, pon­dré de relieve en Irlan­da cómo los avances en los dere­chos de los tra­ba­jadores europeos deben ser ple­na­mente rat­i­fi­ca­dos y apli­ca­dos en Irlan­da sin más demo­ra, eva­si­vas o excusas.

    Es hora de que un eurodiputa­do irlandés abor­de esta cuestión en nom­bre de los tra­ba­jadores irlan­deses, y yo ten­go la expe­ri­en­cia y los conocimien­tos nece­sar­ios para hac­er­lo en su nom­bre.

    Tex­to por venir

    Como super­viviente de un cáncer, y tam­bién por razones famil­iares, conoz­co muy bien nue­stro sis­tema san­i­tario. Se tra­ta de un sis­tema dis­fun­cional reple­to de cuidadores ded­i­ca­dos y tra­ba­jadores que afrontan como pueden prob­le­mas que no son de su incum­ben­cia. Una vez más, la géne­sis de la dis­fun­ción es ide­ológ­i­ca. El reme­dio es obvio y ya ha sido orde­na­do por el pueblo irlandés.

    Hemos vota­do y se nos ha prometi­do un sis­tema san­i­tario de un solo niv­el, gra­tu­ito en el pun­to de uso y presta­do exclu­si­va­mente en fun­ción de las necesi­dades san­i­tarias y de ningún otro fac­tor. Nadie debería morir, o seguir enfer­mo, por fal­ta de una asis­ten­cia san­i­taria disponible que obten­dría si dis­pusiera de más dinero o de un seguro médi­co pri­va­do. Es una obscenidad. Todos los par­tidos han prometi­do la refor­ma fun­da­men­tal que nece­si­ta nue­stro sis­tema, pero ninguno la ha lle­va­do a cabo. Se tra­ta de un incumplim­ien­to fla­grante del manda­to que les otorgó el pueblo que los eligió.

    Hay que dar pri­or­i­dad a la “Slain­te­care” y pon­er­la al ser­vi­cio de todos. La salud de nue­stros ciu­dadanos es demasi­a­do impor­tante para estar suje­ta a los capri­chos de la políti­ca o a un afán de lucro inade­cua­do que, a veces, deter­mi­na quién vive y quién muere en fun­ción de la posi­ción económi­ca de las per­sonas. Esto debe acabar.

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    Políticas

    Los eurodiputa­dos irlan­deses nun­ca han traí­do lo mejor de Europa a Dublín. Han sido pasivos y com­plac­i­entes. La Unión Euro­pea tiene muchos defec­tos, entre ellos un déficit democráti­co en sus estruc­turas. Pero no todo es malo y los dubli­ne­ses se están per­di­en­do lo mejor de Europa:

    • ¿Por qué el cuida­do de los niños cues­ta en Ale­ma­nia una frac­ción de lo que cues­ta en Dublín, donde es el may­or imped­i­men­to para que las mujeres tra­ba­jen?
    • ¿Cómo puede Sue­cia ten­er un sis­tema educa­ti­vo que sea real­mente “inte­gral” des­de las edades más tem­pranas y que incluya tam­bién la “aten­ción extraesco­lar”?
    • ¿Cómo puede Fin­lan­dia erradicar prác­ti­ca­mente la fal­ta de vivien­da?
    • ¿No nos ven­dría bien al menos debatir y cono­cer el sis­tema por­tugués de tratamien­to de la dro­gode­pen­den­cia?

    A los irlan­deses nun­ca se les ha mostra­do el val­or comu­ni­tario transac­cional y el poten­cial real de la Unión Euro­pea. Como su eurodiputa­do inde­pen­di­ente de Dublín haré algo que nun­ca se ha hecho antes.

    PLEDGE ‘Mi Ofic­i­na de Dublín se con­ver­tirá en un cen­tro de infor­ma­ción y apren­diza­je en el que se podrán cono­cer las mejores prác­ti­cas de toda Europa en cues­tiones que afectan fun­da­men­tal­mente a los habi­tantes de Dublín. Estable­ceré talleres e inter­cam­bios de infor­ma­ción y com­pe­ten­cias. Por primera vez, Dublín verá a niv­el comu­ni­tario lo mejor que puede ofre­cer Europa.

    Nun­ca he oído pre­gun­tar a ningún eurodiputa­do irlandés:

    cómo fun­ciona el planteamien­to bel­ga de las dis­posi­ciones de salud públi­ca”, o

    ¿Cómo con­siguen los ale­manes man­ten­er tan bajos los costes de las guarderías?

    cómo hacen las coop­er­a­ti­vas de vivien­das de ciu­dades como Berlín y Amberes para ofre­cer vivien­das ase­quibles”.

    Como su eurodiputa­do inde­pen­di­ente de Dublín, le hago estas pre­gun­tas y le trai­go las respues­tas, y a la gente.

    No soy pasi­vo. Quiero cam­biar las cosas. Eso es lo que soy y lo que siem­pre he inten­ta­do hac­er en mi tra­ba­jo y en mi vida. Quiero ser su eurodiputa­do porque quiero ayu­dar a infor­mar a los ciu­dadanos de Dublín de cómo se les ha “gasi­fi­ca­do” para que acepten que la for­ma actu­al de hac­er las cosas, la de Fian­na Fail y Fine Gael, es la úni­ca.

    No lo es, ¡y es un fra­ca­so! Ten­emos que abrir nues­tras mentes y nue­stros ojos a lo mejor de Europa.

    La Unión Euro­pea está reple­ta de país­es tan com­pro­meti­dos con el mod­e­lo cap­i­tal­ista como lo ha esta­do siem­pre Irlan­da y, sin embar­go, puede :

    -sanidad uni­ver­sal

    - guarderías baratas,

    - Sem­anas lab­o­rales de 4 días

    - 10 sem­anas de vaca­ciones para los tra­ba­jadores

    - enseñan­za uni­ver­si­taria real­mente gra­tui­ta

    - un “dere­cho a la vivien­da” con­sagra­do

    - pre­cios com­pet­i­tivos de seguros de coche, y mucho más.

    ¿No nece­si­tan estas cosas los habi­tantes de Dublín? ¿No nos mere­ce­mos estas cosas?

    Además de hablar en voz alta en favor de Dublín, de situ­ar a Dublín en el corazón de Europa, lle­varé a su comu­nidad todo lo que nece­si­ta saber sobre lo mejor de Europa en todas estas cues­tiones y más.

    Ofrez­co una for­ma difer­ente de ver la Unión Euro­pea, un enfoque com­ple­ta­mente nue­vo. Como eurodiputa­do inde­pen­di­ente, apor­taré el 100% de mi con­tribu­ción y una nue­va y fres­ca for­ma de ver Europa, de eval­u­ar cómo resolver los prob­le­mas de Dublín.

    SITUAR A DUBLÍN EN EL CORAZÓN DE LA EUROPA — HACER OÍR LA VOZ DE DUBLÍN

    Nues­tra emer­gen­cia habita­cional es con­se­cuen­cia direc­ta de la políti­ca del Gob­ier­no. No es un acci­dente ni un “acto de Dios”. Es el resul­ta­do direc­to y úni­co posi­ble de una clara elec­ción del Gob­ier­no: la de no con­stru­ir vivien­das de pro­tec­ción ofi­cial.

    La géne­sis de esta elec­ción es la ide­ología thatch­erista, que se remon­ta a prin­ci­p­ios de la déca­da de 1980, de tratar la necesi­dad humana bási­ca y el dere­cho a un techo sobre nues­tras cabezas como una mer­cancía con fines lucra­tivos, inclu­so como un lujo, sin ten­er en cuen­ta las con­se­cuen­cias humanas. Todos los par­tidos que han gob­er­na­do des­de entonces se han suma­do a esta ide­ología has­ta tal pun­to que las autori­dades locales se han vis­to pri­vadas de su capaci­dad de con­struc­ción de vivien­das y de los conocimien­tos y recur­sos nece­sar­ios para pro­ducir y man­ten­er autén­ti­cas vivien­das sociales. En lugar de ello, han aban­don­a­do por com­ple­to este bien públi­co a un avaro sec­tor pri­va­do “con áni­mo de lucro” que carece por com­ple­to de toda pre­ocu­pación por el bien común o las necesi­dades sociales.

    Décadas de esta ide­ología de extrema derecha han dado como resul­ta­do que sólo quede un minús­cu­lo par­que de vivien­das públi­cas. Mien­tras tan­to, aho­ra hay gen­era­ciones de jóvenes cuyas expec­ta­ti­vas de ten­er su propia casa se ha con­ver­tido en no más que una quimera que tienen a los 20, 30 e inclu­so 40 años mien­tras viv­en vidas extrañas depen­di­en­do de los padres u otros famil­iares cuan­do deberían lle­var vidas inde­pen­di­entes. Hay muchas otras con­se­cuen­cias extrañas e inhu­manas de esta ide­ología:

    • Pare­jas sep­a­radas y divor­ci­adas oblig­adas a cohab­itar
    • Couch­surf­ing” y la cul­tura de la depen­den­cia for­zosa del hog­ar
    • La gente se ve oblig­a­da a vivir horas de su tra­ba­jo con graves con­se­cuen­cias para la salud y el medio ambi­ente
    • Nive­les escan­dalosos de per­sonas sin hog­ar, inclu­i­dos niños, que arru­inan vidas e impo­nen condi­ciones de vida inhu­manas incom­pat­i­bles con una sociedad civ­i­liza­da.

    Irlan­da nece­si­ta un pro­gra­ma masi­vo de con­struc­ción de vivien­das públi­cas que supon­ga una com­pe­ten­cia para el avari­cioso sec­tor pri­va­do del sum­in­istro de vivien­das. Esto ten­drá el doble efec­to nece­sario de aumen­tar la ofer­ta y abaratar los costes, ali­vian­do así la emer­gen­cia inmo­bil­iaria. A niv­el cen­tral, y a través de las autori­dades locales, este pro­gra­ma de pro­visión de casas públi­cas vería el cuida­do de nues­tra gente y la recreación de comu­nidades fun­cionales vibrantes colo­cadas por enci­ma del mod­e­lo de vivien­da fal­li­do de hoy, que se basa úni­ca­mente en el ben­efi­cio y la ide­ología thatch­eri­ana.

    En toda Europa se pueden con­seguir, y a menudo se con­siguen, bue­nas políti­cas de salud públi­ca, con ejem­p­los como el de Viena en par­tic­u­lar, que demues­tran ser un mod­e­lo al que podemos aspi­rar. Ten­emos que elim­i­nar la ide­ología divi­so­ria de la vivien­da y con­stru­ir vivien­das públi­cas ya. Nada más es capaz de hac­er frente a la emer­gen­cia.

    Muchos tra­ba­jadores y famil­ias con­sid­er­an que sus salarios no están a la altura del coste de la vida, la inflación, los pre­cios de los alquil­eres y la propiedad y la espi­ral de los costes de la energía y el trans­porte. En cuan­to a los dere­chos de los tra­ba­jadores, Irlan­da es un país atrasa­do en com­para­ción con otros país­es de la UE como Ale­ma­nia, Fran­cia, Bél­gi­ca, País­es Bajos y España. Inclu­so algunos esta­dos de Esta­dos Unidos per­miten el tipo de dere­chos de nego­ciación colec­ti­va que se nie­ga a muchos tra­ba­jadores irlan­deses. La Gran Bre­taña tory establece allí dere­chos de nego­ciación colec­ti­va en todo el sec­tor pri­va­do.

    Pero no en Irlan­da.

    Cuan­do los tra­ba­jadores pueden unirse legal­mente en toda Europa, e inclu­so en el sec­tor públi­co aquí, pueden pro­te­ger con may­or efi­ca­cia sus ingre­sos y medios de sub­sis­ten­cia. Pero estos dere­chos bási­cos se nie­gan de for­ma extraña a muchos tra­ba­jadores aquí. Esto se tra­duce en tra­ba­jo pre­cario, bajos salarios, “pobreza en el tra­ba­jo” y graves abu­sos y sufrim­ien­tos en todo el mer­ca­do lab­o­ral.

    Hace poco vis­ité y recor­rí el Par­la­men­to Europeo. Entre todos los temas que abor­da el Par­la­men­to y que se desta­can en la gira, en ningu­na parte se men­cio­nan los dere­chos de los tra­ba­jadores. Entre todas las pro­fe­siones de los eurodiputa­dos enu­mer­adas, no desta­ca ningún sindi­cal­ista como par­la­men­tario. No creo que ningún eurodiputa­do irlandés haya abor­da­do los pési­mos dere­chos de los tra­ba­jadores irlan­deses según las nor­mas de la UE en los cin­co años de leg­is­latu­ra ante­ri­ores. Esto es un error y debe abor­darse urgen­te­mente.

    Y, sin embar­go, la Unión Euro­pea inten­ta aumen­tar el papel de la nego­ciación colec­ti­va en todo el con­ti­nente. Irlan­da se resiste. Como eurodiputa­do por Dublín, seré un orgul­loso rep­re­sen­tante de los tra­ba­jadores irlan­deses y destacaré sus “dere­chos ausentes” ante el Par­la­men­to Europeo y, al mis­mo tiem­po, pon­dré de relieve en Irlan­da cómo los avances en los dere­chos de los tra­ba­jadores europeos deben ser ple­na­mente rat­i­fi­ca­dos y apli­ca­dos en Irlan­da sin más demo­ra, eva­si­vas o excusas.

    Es hora de que un eurodiputa­do irlandés abor­de esta cuestión en nom­bre de los tra­ba­jadores irlan­deses, y yo ten­go la expe­ri­en­cia y los conocimien­tos nece­sar­ios para hac­er­lo en su nom­bre.

    Tex­to por venir

    Como super­viviente de un cáncer, y tam­bién por razones famil­iares, conoz­co muy bien nue­stro sis­tema san­i­tario. Se tra­ta de un sis­tema dis­fun­cional reple­to de cuidadores ded­i­ca­dos y tra­ba­jadores que afrontan como pueden prob­le­mas que no son de su incum­ben­cia. Una vez más, la géne­sis de la dis­fun­ción es ide­ológ­i­ca. El reme­dio es obvio y ya ha sido orde­na­do por el pueblo irlandés.

    Hemos vota­do y se nos ha prometi­do un sis­tema san­i­tario de un solo niv­el, gra­tu­ito en el pun­to de uso y presta­do exclu­si­va­mente en fun­ción de las necesi­dades san­i­tarias y de ningún otro fac­tor. Nadie debería morir, o seguir enfer­mo, por fal­ta de una asis­ten­cia san­i­taria disponible que obten­dría si dis­pusiera de más dinero o de un seguro médi­co pri­va­do. Es una obscenidad. Todos los par­tidos han prometi­do la refor­ma fun­da­men­tal que nece­si­ta nue­stro sis­tema, pero ninguno la ha lle­va­do a cabo. Se tra­ta de un incumplim­ien­to fla­grante del manda­to que les otorgó el pueblo que los eligió.

    Hay que dar pri­or­i­dad a la “Slain­te­care” y pon­er­la al ser­vi­cio de todos. La salud de nue­stros ciu­dadanos es demasi­a­do impor­tante para estar suje­ta a los capri­chos de la políti­ca o a un afán de lucro inade­cua­do que, a veces, deter­mi­na quién vive y quién muere en fun­ción de la posi­ción económi­ca de las per­sonas. Esto debe acabar.

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    #7

    ¿Quiere una voz fuerte e independiente en el corazón de Europa?

    Si crees que Dublín nece­si­ta una voz fuerte e inde­pen­di­ente en el corazón de Europa, y que las necesi­dades de los dubli­ne­ses deben ser escuchadas en Europa como nun­ca antes, únete a nosotros y haz­lo real­i­dad. Una vez que empece­mos, no pararemos. Dublín se merece la voz más fuerte.